sábado, 25 de febrero de 2012

EL OBSERVADOR

EL OBSERVADOR:
"Mente-Corazón"
Este punto elevado que transito, donde el fuego del Templo no llena de sonido celestial las palabras, si no que las domina en la terquedad de quien escribe para ser más concreto que poético, no es un espacio distinto ni más cercano ni más lejano, aunque si está carente de la indescriptible sensación que se graba a fuego desde los estados Agni, donde nos reunimos en instantes gloriosos de un acercamiento sublime.
Hay belleza y grandeza cuando se accede al "Fuego", pero para este incansable buscador esa puerta se abre sólo en destellos fugaces donde en un instante leve de contacto permite que la fuerza y el poder de aquello que no tiene nombre, sea un faro encendido en los peldaños inferiores.
He estado por tiempos que han parecido eternos luchando por atraer ese cielo a mi tierra de forma armónica y constante, hasta que hace muy poco he comprendido que mi mente necesita aún de la distancia que le permita crear un escenario firme donde la verdad se revele sin misticismos, ya que en  mi cuerpo aún se fragua la lucha entre mi pensamiento y sentimiento.
Muchos estamos aún en esa tónica discordante. Muchos aún razonamos esperando ordenar y organizar los escenarios donde la resistencia de la personalidad se pueda impregnar de la seguridad de un amor englobante, envolvente donde ninguna lucha es necesaria.
No me lastima ya, leer aquello que surge de otras partes de este grupo desde el Templo, porque por fín una comprensión sutil de mi mismo se revela, cuando en otros contemplo la belleza de aquello que aunque sea aún desde la periferia se revela como una parte de mi que está emergiendo.
También en lo concreto se crean vias hacia el misterio. También en esos escenarios a veces dolorosos todos los reinos de la tierra nos acercamos a la "Gran Invocación" de la que formaremos parte.
Quizás muchos necesitemos aún del esfuerzo que afianza las creencias para transformarlas en esencias. Tal vez nuestra más elevada percepción no se refleja aún en el espejo, cuando nos observamos buscando esa parte inmortal de nuestra conciencia.
Aún sabemos en la constante y enfocada búsqueda de este grupo de contactos, cuando el esfuerzo y el trabajo nos reunen en el Templo que no hay distancias entre notas cuando la sinfonia universal se expande sin más por el encuentro.
Afirmo desde la fria observación que aspira a Ser parte de ese inconmensurable fuego que el vacío y la no lucha revela en las esferas...que a nuestro alrededor la inspiración nace desde musas como ELLAS, que en el Templo se reunen y se acercan, para sembrar en la Tierra los recuerdos de Dioses y Chamanes que afianzaran el Fuego que toda conciencia trasciende y que todo poder revela.
En la aceptación de mi mismo sigo ese sendero...Se que queda mucho trabajo por hacer, pero también conozco los recursos y fuerzas que en estos tiempos prodigiosos se han convocado para conseguir la meta.
Una percepción interior dibuja levemente la fuerza magnética con la que Seres, Almas gemelas en la Esencia más Pura se están atrayendo para estimular, inspirar y reforzar el trabajo de aquellos que como yo, todavía están recomponiendo y preparando su espacio para el gran salto cuántico.
Agradezco desde la humildad que me regala una percepción distante de mi mismo y mis escenarios personales y emocionales, que todo forma parte de un plan perfecto, que estoy donde debo estar y que infinita magia e inspiración se reune a mi alrededor para servirme de guia, de apoyo y de fuerza, en este momento que yo elijo, para empezar a comprender y a trabajar primero por manifestar en mi y después en el mundo, ese Fuego renovador que dará origen a un Mundo Nuevo.
Hay un lugar donde mi Chaman Interior vive...Hay un punto elevado en mi al que asciendo y lo revela...Hay una fricción aún entre mi mente y corazón que no me permite aún manifestar su poder completo, pero que en cada nuevo esfuerzo y cada nuevo movimiento, encuentra en las gentes de este grupo la fuerza y la inspiración de quienes Sirven, sabiendo que también son parte indispensable de mi proceso.

Namasté y agradecimientos eternos a quienes siembran la luz que nos guia.

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